Aunque se sabe que el estrés
crónico puede llegar a producir depresión, los mecanismos que regulan
esta relación no están del todo claros. Ahora, una nueva investigación
que se publica en la revista PNAS ha identificado una proteína que tiene mucho que decir en este proceso.
Cuando nos encontramos en situaciones de estrés, nuestro organismo produce mayores cantidades de cortisol, una hormona
que, si bien a pequeñas dosis tiene efectos positivos, puede actuar de
forma negativa sobre nuestro cerebro cuando el estrés se hace crónico.
Una de las consecuencias es la activación de los receptores de los
glucocorticoides, que provocan a su vez la disminución en la producción de neuronas en el hipocampo, un efecto que se ha observado en pacientes afectados de depresión.
La nueva investigación, realizada por científicos del King College de
Londres con modelos celulares y animales, ha revelado el papel de la proteína SGK1
como mediadora en estos procesos. Para ello, esta molécula mantiene
activos los receptores de los glucocorticoides y, además, disminuye la
formación de nuevas células en una región del hipocampo que se relaciona
con la regulación del estado de ánimo.
Por otro lado, los
resultados revelan que, al bloquear la proteína SGK1, los efectos del
estrés sobre la producción de neuronas disminuyen, por lo que se abre una nueva vía para desarrollar tratamientos antidepresivos.
“Puesto que la reducción en la neurogénesis es una parte del proceso
que conduce a la depresión, es importante identificar las rutas
moleculares mediadoras en estos mecanismos”, ha explicado Christoph
Anacker, uno de los autores. “Los fármacos diseñados para reducir los
niveles de SGK1 en pacientes deprimidos podrían ser, por tanto, una
prometedora estrategia para los futuros tratamientos antidepresivos”, ha concluido.(muy interesante)