¿Hay razones para perdonar una infidelidad?




La infidelidad es una de las situaciones más difíciles por las que puede pasar una relación de pareja. Claro, no todas las infidelidades son iguales. No es lo mismo una “noche de placer” que una relación paralela, y más grave aún si es con tu mejor amigo o amiga.
Más allá de estas diferencias, una infidelidad siempre duele, y cuando la descubres o es “confesada” por tu pareja vas a plantearte este interrogante: ¿perdonar o no perdonar? Esa es la cuestión.
Es verdad que a veces el dolor, el enojo o el orgullo no te dejan pensar y no ves la más mínima posibilidad de perdón o reconciliación. Pero una vez que se elaboran los torbellinos de emociones, comenzarás a mirar las cosas desde otro ángulo y, si consideras que la situación es rescatable, iniciarás el largo proceso del perdón.
¿Cuándo es conveniente perdonar y cuándo no? La respuesta es relativa a cada situación (los psicólogos siempre decimos lo mismo, pero es verdad), y es importante que evalúes algunos aspectos en particular. Por ejemplo si en la relación paralela se involucraron sentimientos, si tu pareja sigue negando lo que tú viste claramente, si la infidelidad se ha descubierto antes y continuó repitiéndose, si te han descalificado con comentarios peyorativos ante la tercera persona. Si algunas de las situaciones mencionadas se presentan, la cuesta a subir será mucho más alta y empinada.
Además, para perdonar debes saber que nunca olvidarás lo que pasó, y que el trabajo es aprender a quitarle la carga afectiva negativa e intensa a los hechos. Eso requiere de algunas cosas: clarificar lo que ocurrió, asumir responsabilidades que suelen ser de ambas partes, revisar sus acuerdos de exclusividad sexual, y convencerte de que vas a perdonar de verdad, y no utilizar la infidelidad como arma de castigo de por vida.
El proceso es largo y difícil, pero cuando la relación es sólida y se prioriza a la pareja es posible cerrar las heridas y dar un paso más hacia adelante.(discoverymujer.com)